viernes, 5 de octubre de 2012

AMANECER EN EL RÍO

El sol comenzaba a levantar,
Ni un sonido, ni un eco.
La quietud, la tranquilidad predominaba en la cuenca del Yaguarón.
El lento comienzo de ese día, hacía con que se notara una niebla a lo lejos.
Huele a primavera, una suave brisa sacudía las pequeñas hojas que comenzaban a vivir.
La quietud era tal, que aplacaba a los gritos de mi mundo interior,
Y en el bosque, los sonidos parecían alejarse, por intermedio de los ecos.
En el monte, los frondosos árboles se agrupaban, y entrelazados apenas permitían que un tímido rayo de sol penetrara en su interior.
El agua comenzaba a golpear en la articulada costa, lentamente…..
Todo parecía combinarse;
La perfecta forma de cada cosa, sus aromas, sus colores…
Hacen sentir una compacta harmonía, que el hombre insiste en destruir.

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