La Luna cuidadosa aún me mira.
Mientras el sol hace fuerza por brillar.
Mis pasos por las calles vacías, aturden,
Y mis pensamientos se agitan, intranquilos
Gritan, gritan y me angustian.
Mi cuerpo lanzado sin rumbo, apenas quiere caminar.
La soledad parece ser mi más fiel compañera.
Esas ausencias que perduran y se repiten,
Dejando vacíos y preguntas sin respuestas.
Esa soledad que duele, y arranca de mi una lágrima,
pero enriquece, y a la vez me pinta de color, de vida
quién...?, sino yo para buscar y encontrar respuesta a mis enigmas
quién...?, sino yo para acompañarme y sentir que aún vale la pena
y que aún hay esperanza,
que la vida en cualquier despertar puede sorprender.
El sol una y otra vez vuelve a renacer
y con él, el sueño de una nueva vida.
